EL
PEQUEÑO MAGO Y EL PEZ
Un día cálido y soleado paseaba un pequeño
mago en medio del césped. De pronto, se
encontró con un pez. Era un pez muy
guapo, y el pequeño mago lo saludó y siguió su camino. Pero, tras andar un trecho, se detuvo. Se dio cuenta de que nunca antes había visto
un pez en un lugar así.
Se rascó detrás de la oreja izquierda y en la
la punta de la nariz y reflexionó.
“Las flores pertenecen al prado”, pensó. “Los
pájaros habitan en el cielo y los peces viven en el agua”. Así que el mago
volvió rápidamente sobre sus pasos.
-Oye, tengo una inquietud: ¿tú vives aquí?
–Preguntó el pequeño mago al pez.
-No, claro que no, nunca –Contestó el pez con
tristeza-. Estoy aquí por que salté de la cesta de una señora que me llevaba,
pero ahora estoy buscando el lago más próximo.
-Pues lamento decdirte que no hay lago más
próximo.
Y el que existe está muy lejos –dijo el
pequeño mago-. Casi tan lejos como las
nubes blancas.
-Entonces no tendré más remedio que
secarme -gimoteó el pez. Suavemente tocó la lágrima con su varita
mágica. Y l lágrima creció y creció hasta
convertirse en un lago cristalino.
Fue así como el pez se zambulló en el lago y
pudo salvarse.
Tiempo después, cuando las personas y los
animales descubrieron el bello lago, se maravillaron mucho. Y todos los que bebían en él se sentían más
felices.
Yina Ruck - Panquét
(Adaptación)
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